Si has llegado a este post es porque sospechas que tu empresa no va todo lo bien que podría o todo lo bien que debería, y que hay algo que cambiar para conseguir estos objetivos. Pues bien, este es el primer síntoma de que necesita un software de gestión que le permita controlar mucho mejor cada uno de los departamentos, procesos y tareas que en el mismo acontecen.
Cualquier empresa, independientemente de sus dimensiones y volumen de negocio, necesita un método de trabajo que potencie el modelo de negocio, y lo que es aún más importante, lo permita hacer escalable. De nada sirve que un empleado sepa mucho de algo, o sea el encargado de hacer una determinada función, si cuando aumenta la cartera de clientes, no hay ningún otro empleado que pueda compartir, ayudar o en quien delegar esa función, ya que se convierte en un cuello de botella que frena el flujo de trabajo de los compañeros.
Si te encuentras en este caso, también es un síntoma, de dar dos pasitos para atrás, ver las cosas con perspectiva (a ser posible acompañado de un equipo de profesionales en este campo) y ver qué cosas se están haciendo correctamente, cuáles de forma incorrecta, y qué mejoras se podrían implementar con pequeños y grandes cambios) Al fin y al cabo, tener un sistema en el que se guarde toda la información, hace de ella una herramienta muy útil para el usuario que tenga acceso a la misma.
Pedidos, facturas, devoluciones, albaranes, impuestos,… mucha es la documentación que una empresa debe ser capaz de generar al cabo del día casi de forma automática, por lo que es vital para ello gestionar el tiempo de forma más que eficiente. La eficacia tanto comercial, como de cualquier otro empleado va relacionada de forma muy directa con la calidad de servicio que ofrecemos a nuestros clientes y el cumplimiento de las expectativas que habíamos y hemos generado con nuestros servicios y productos, por lo que la medición de tiempos, y la gestión de los mismos para mejorar la productividad, y por tanto abarcar más con los mismos recursos es una de las claves.
Por supuesto, tienes que tener en cuenta una cuestión que a veces pasamos por alto (porque parece tremendamente lógica), pero que dentro de su simplicidad es necesaria tenerla en cuenta. Estamos hablando del control, del control de la empresa.
Todo los recursos que hay en una empresa, tanto físicos, intangibles como humanos, son susceptibles de ser controlados, medibles y calcular sus desviaciones. Esto nos permitirá conocer al momento cual es el coste beneficio de cada una de las cosas que hacemos, y del global de la empresa, por lo que suele ser muy notables los beneficios que aportan.