Errores más comunes en eCommerce

En este post vamos a poner encima de la mesa los errores más comunes en el comercio electrónico, tanto a la hora de diseñar y desarrollar la tienda online como a la hora de su puesta en marcha y gestión.

En este momento quizá te surja la primera pregunta: Vale, pero, ¿cuáles son las claves del éxito del eCommerce? 

Pues bien, permítenos que te indiquemos que no existen, es decir, lo que para un negocio funciona increíblemente bien, para otro incluso le puede hacer perder dinero. Pese a que puedas leerlo en muchos blogs, no hay una receta milagrosa en eCommerce.

Todo se basa en esfuerzo y dedicación en cada uno de los procesos, para evitar las mínimas desviaciones, por tanto controlar los costes y garantizar una experiencia al usuario lo más satisfactoria posible,

¿Y cómo se hace eso?

Aprendiendo de las experiencias malas y buenas de otros, que ya han pasado por tu situación, tomando muy buena nota, y aplicando los consejos de emprendedores ya posicionados. Es decir, aprender de los errores más típicos:

 

1. Márgenes de productos reducidos

En cuanto tengas un proveedor o proveedores, toma lápiz y papel, y calculadora que hay muchas cuentas, y desde el precio de coste, decide a qué precio vas a vender tus productos (P.V.P. o Precio de Venta al Público)
Calcula que debes tener como mínimo una rentabilidad de un 25-30% para poder hacer frente a los costes directos e indirectos que tendrás que asumir. A partir de ahí, cuanto más puedas sacar por artículo mucho mejor. Pero recuerda, márgenes por debajo de estos puntos, te harán perder dinero y mantendrás una empresa en una situación insostenible.

2. Lanzar una web, producto o servicio con la versión final

Y sobre todo este error, suele ocurrir en emprendedores primerizos. Piensa que nunca nada va a estar perfecto, o a tu gusto al 100%. El objetivo de montar una empresa es ganar dinero, o como dicen los expertos en “maximizar los beneficios” por lo que esto es una máxima que debes tener muy clara.
A la hora de lanzar tu negocio, empieza con el mínimo producto viable, es decir, con aquello que con los menos costes, puedas sacarle la máxima rentabilidad posible. A partir de ahí, y con la experiencia, podrás ir aumentando la oferta a muchas más líneas de producto, pero al principio, el que mucho quiere abarcar…. se pierde en la nebulosa internauta.

 

3. Automatiza todo lo que puedas automatizar

Esto no significa que compres máquinas por doquier, sino que pienses en cuanto vale tu tiempo, lo necesario que es para el proyecto, y en qué debes o puedes emplear tu tiempo. Un CRM y un ERP pueden ser tus grandes aliados, el primero porque te ayudará a fidelizar a tus clientes, y el segundo porque a unos clics de ratón podrás gestionar al completo toda tu tienda.
Hoy en día, existen versiones muy económicas basadas en software de gestión libres.

 

4. Una gestión clara de almacén

Es importante saber lo que se tiene, y dónde. La mayoría de las empresas olvidan este detalle, pero un producto que no se encuentra es un producto perdido, y una venta que no se realiza.
Nosotros trabajamos con Odoo, y la diferencia del antes y después de las empresas que hemos implantado este tipo de herramientas es muy notable, sobre todo porque optimizan los procesos, y dejan de perder el tiempo en búsqueda de productos de forma poco eficiente.

 

5. Dedicación al negocio

Olvida eso de lanzar una tienda online como plan B y sólo atenderla en tus ratos libres. Si la lanzas, piensa que estarás abierto los 365 o 366 días del año las 24 h al día, sin excepción, porque si hay un comprador o cliente potencial al otro lado de la pantalla, tendrás que atenderle de forma profesional y ágil.
Por lo menos uno de los socios tendrá que estar a jornada completa con el negocio, por lo que tenlo en cuenta a la hora de redactar el pacto de socios.

 

6. Ya está lanzada la web, ahora lo muevo en redes sociales

Cuidado. Aquí te preguntamos qué es eso de “moverlo en redes sociales”. Hoy en día todo el mundo tiene un curso de marketing digital, algo básico para el éxito de un eCommerce. Pero de nada sirve si cada día nos levantamos de uno u otro humor y publicamos en las redes sociales contenido aleatorio.

 

Tienes que sentarte tranquilamente y planificar. Sí, tienes que poner en una hoja en blanco un cuadrante con los objetivos, y las acciones que has pensado necesarias para conseguirlos. Si no lo sabes, echa mano de expertos, pero ten especial mimo en este punto, ya que será esta reputación que puedas generarte la que te abrirá las puertas de posicionarte, y no quedar en el olvido.

Objetivos, Estrategia y Planificación, en ese orden.